Llamada Villa
de los siete sietes, pues poseía 7 pueblos
de su alfoz, 7 arcos de entrada,
7 iglesias, 7
conventos, 7 plazas, 7
caños o fuentes y 7 casas nobles.
Iglesia de una sola nave con una cabecera semicircular
que al exterior conforma un bello ábside que sigue las trazas
constructivas del mudéjar.,
Construida entre 1733 y 1766 con una nave rectangular cubierta con bóveda de cañón con lunetos, capillas hornacinas entre contrafuertes y tribunas sobre las capillas.
Las fiestas
patronales son de gran valor turístico debido, en parte, a los ancestrales encierros
por el campo que las caracteriza.
El
edificio muestra una portada románica de la primera mitad del siglo XII, cegada en 1720, y también un bello pórtico hecho en el siglo XVII por Francisco Rodríguez.
El muday-yan o mudéjar hizo de la iglesia de San Miguel la mayor joya artística de la que Olmedo se siente orgulloso. Esta construcción guarda en su interior las mejores esencias del arte en ladrillo.
Es citada documentalmente, por primera vez, en el año 1085. Se sabe que en 1093, el monarca castellano y leonés Alfonso VI repuebla la localidad tras ser conquistada a los musulmanes. En 1128, Alfonso VII, el emperador, entrega la custodia de Olmedo a su hermana Doña Sancha. A partir del reinado de Alfonso VIII comienza la construcción de numerosas parroquias en estilo románico-mudéjar, convirtiéndose en la verdadera capital de lo que ahora se ha venido en llamar "Ruta del mudéjar vallisoletano". No en vano, se encuentra situada en plena "Tierra de Pinares", ese territorio que tan abundantes muestras de este estilo conserva.
Como llegar desde distintas ciudades
Una Villa de gran valor histórico